
...Bajo aquel pálido cielo, la tierra se mostraba anémica y descolorida, sin matices ni sombras como los ojos de los perros, que no distinguen colores...

Ya no sentía frio, estaba contenta y completamente apaciguada




...sentía gran respeto por todas las reglas de buen comportamiento, las cuales exigían que se festejaran sólo las llegadas y que no se observaran las separaciones. Habría sido tan incorrecto...despedirse...como demostrar que se daba cuenta que aquellos partían...

Extractos de "País de las sombras largas" Hans Ruesch.