Cuando decidí comprarme un kayak encontré uno viejo y bastante abandonado a un precio que podía comprar en el club nautico, hace dos años el único club que tenía actividad kayakistica en Carlos Paz, y donde empecé a remar gracias al curso de la UNC dictado por Carlos N. No tenía donde guardarlo y encontre un club muy cerca. Así fui un día a comprarlo y pase la bahía donde finalmente deje mi nuevo kayak (en realidad un viejo SDK 510, de los asimétricos al que lo habian hecho travesía poniendole tambuchos estancos). Solo había otro kayak de un chico que corre carreras de aventuras. A los pocos días encontré en el lago a Jorge a quien invité a remar y pronto se hizo socio y lo mas importante, un amigo infalible. Eramos solos los dos, pero no tardaron en llegar otros invitados a las salidas que semanalmente hacemos a la noche, así aparecieron Alberto, Sergio, Sebastian, María José, Hugo P., Hugo J., Darío, y la lista sigue y sigue sumandose con gente que va llegando y otra quedandose, otros tantos por comprarse su kayak (entre ellos Rebeca y Maria Fernanda, Fede- Daniela y familia, Jose María, Natalia, etc). El sábado terminamos de hacer la perchera techada para 16 kayaks que pronto quedará chica. En esta semana limpiaremos el terreno para hacer nuestro propio parque con cesped. Lo positivo de todo esto es que SIEMPRE HAY ALGUIEN CON QUIEN REMAR. fotos sacadas por Jorge Rosenwald con su celular. La foto final es el kayak de Jose Maria con un experimento, el propulsor a bateria.
